Mindfulness: y sus beneficios para la salud mental
Poco a poco, el Mindfulness se está convirtiendo en uno de los recursos terapéuticos más conocidos en el mundo de los servicios de asistencia psicológica y el tratamiento de trastornos físicos y psicológicos.
Esto no es casualidad: la versatilidad de este conjunto de prácticas inspiradas en la meditación, así como su sencillez y la posibilidad de aprender sus fundamentos teórico-prácticos de manera relativamente rápida, juegan a favor de que esta herramienta del bienestar se popularice.
Pero el Mindfulness no es simplemente una moda, o una manera de aprovechar su efecto placebo: su eficacia ha sido comprobada en varias investigaciones en las que han quedado plasmados los beneficios que aporta a los pacientes el uso de esta práctica.
Si te interesa saber más sobre este tema, sigue leyendo, porque aquí conoceremos lo que se sabe acerca de la eficacia del Mindfulness utilizado como complemento de la terapia psicológica: dos maneras de mejorar la vida de los pacientes que se refuerzan mutuamente.
¿Qué es el Mindfulness?
Antes de nada, vayamos a lo fundamental: ¿qué es el Mindfulness, también conocido como Atención Plena (por su traducción al español)?
Este término suele ser utilizado para referirse a dos significados diferentes: un tipo de recurso terapéutico compuesto por prácticas inspiradas en la meditación vipassana, por un lado, y el estado de consciencia que experimentamos al utilizar esas prácticas, por el otro. Es por eso que a veces se habla del Mindfulness como un servicio que ofrecen los psicólogos y otros profesionales del ámbito sanitario, y por el otro se habla de este como algo que vivimos en primera persona, un evento de nuestra consciencia.
En este artículo nos acogemos a la primera definición, la de la Atención Plena como grupo de prácticas basadas en la meditación tradicional proveniente del Sur de Asia. Sin embargo, la explicación que hemos visto hasta ahora de lo que es el Mindfulness resulta un tanto incompleta así que vamos a matizar: el Mindfulness no es una actividad religiosa, sino que ha sido diseñada en un contexto científico para alcanzar objetivos que mejoren objetivamente la calidad de vida de las personas, tanto en el ámbito clínico (por ejemplo, en hospitales) como fuera de él (por ejemplo, en empresas y escuelas).
Dicho esto, veamos de qué maneras el Mindfulness se ha mostrado eficaz a la hora de aportar beneficios para la gente siendo combinado con la psicoterapia.
Muestras de la eficacia del Mindfulness como complemento de la psicoterapia
En un principio, el Mindfulness fue desarrollado por investigadores que pretendían utilizar la Atención Plena como un procedimiento para ayudar a personas con problemas de gestión del estrés. El caso más conocido es del investigador que más ha contribuido a popularizar el Mindfulness, Jon Kabat-Zinn, quien creó el Mindfulness-Based Stress Reduction Program (MBSR).
Sin embargo, desde que empezó a aplicarse este tipo de programas de intervención en personas con alteraciones de estrés, han ido apareciendo evidencias de que el Mindfulness también favorece la mejora del bienestar ante otra clase de problemas emocionales y comportamentales. Esto no resulta del todo sorprendente, porque la mala regulación de la ansiedad aparece muchas veces junto a una gran variedad de trastornos: depresión, alteraciones de la conducta alimentaria, trastornos de personalidad, adicciones, etc.
Aquí veremos un resumen de los hallazgos más importantes acerca de lo que ocurre cuando la Atención Plena es combinada con la psicoterapia. Eso sí, ten en cuenta que la Atención Plena no solo se usa en terapia psicológica, sino también en labores de tipo no clínico, como las formaciones de empleados de empresas.
1. Ayuda a tratar el dolor crónico
Se ha observado que el Mindfulness se lo pone más fácil a quienes padecen dolor crónico. Esto puede ser debido a que la Atención Plena permite ganar dominio sobre nuestra manera de decidir en qué centramos nuestra atención. Así, con el uso habitual de estas prácticas sencillas se puede dejar de concederle una importancia crucial a las sensaciones dolorosas que vienen de cierta parte del cuerpo.
Además, este hecho combina muy bien con muchas herramientas propias de la psicoterapia, como por ejemplo la reestructuración cognitiva, en la que el psicólogo ayuda a que el paciente no dé por buena siempre la interpretación más pesimista de todo lo que le ocurre.
2. Ayuda a dejar atrás la ansiedad
Muchos problemas psicológicos ligados a la ansiedad hacen que imágenes desagradables o ideas preocupantes nos vengan una y otra vez a la consciencia, de manera que rara vez dejan de atemorizarnos. El Mindfulness combinado con la psicoterapia ayuda a no darles a estas ideas y creencias una importancia que no merecen, de manera que no les regalemos influencia sobre nosotros. Esto permite desconectar y no tener que arrastrar el malestar emocional de quien lleva horas obsesionado con una idea preocupante.
De esta manera, la Atención Plena puede ser incorporada a programas de intervención psicoterapéutica en la que se «entrena» al paciente a enfrentarse a sus miedos.
3. Ayuda a organizarse
El Mindfulness permite adoptar una manera de ver las cosas más constructiva y centrada en lo que podemos hacer en el aquí y ahora, y este beneficio se hace notar en prácticamente todas las formas de terapia, ya que facilita que los pacientes se comprometan, avancen más y abandonen el tratamiento con menor frecuencia.
Fuente: azsalud.com